Denominacion |
Playa de Los Griegos |
Ficha nº 0049 |
Lugar |
Lastres |
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Población |
Lastres |
Provincia |
Asturias |
Pais |
España |
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Aportación de |
Viaje propio |
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Comentario |
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Tengo un jefe que es la leche. Discuto mucho con él pero también es cierto que nos "echamos muchas risas". Aunque me ha puteado alguna que otra vez, tengo que reconocer que es "buena gente" y que es "amigo" y como amigo una de las virtudes que le adornan es la generosidad.
Buena prueba de ello es el hecho de que la arena de la playa de La Griega, no "los griegos" como erróneamente pensaba, forma parte de mi colección.
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Hace ya bastantes años mi jefe, en un impulso ruralista y antiurbanita, se compró una casona semiderruida en Lue, una pedanía de Colunga, muy cerca de Lastres. Durante sus veraneos, sus puentes, sus ratos libres, se dedicó a rehabilitarla en un derroche bricomaníaco que a él mismo sorprendía.
Desde entonces por la casa han pasado amigos suyos, conocidos, familiares, compañeros, menos conocidos, en fin, un buen número de personas entre las que, afortunadamente me cuento.
Gracias a él pudimos conocer la zona, sus restaurantes y su increíble gastronomía, basta citar al Foyu en Colunga y Bitácora en Lastres. Paseamos por el diminuto puerto de Lastres, precioso pueblo pesquero colgado sobre el mar de forma inverosímil. Y también deambulamos por la playa de La Griega, la playa de Lastres, alejada algunos cientos de metros de la población y conocida, sobre todo, por poseer la más notable colección de huellas de dinosaurios que hay en muchos kilómetros a la redonda. Ello ha dado lugar a la reciente creación de un museo "jurásico".
Dado que visitamos la playa en diciembre no fue posible bañarnos pero sí encontrar una increíble luz anaranjada de un plácido atardecer otoñal que la daba un encanto especial. Paseaba a mi perro por los regatos que dejaba en la playa la retirada de la marea y una muchacha, absorta, leía al sol sobre el muro de hormigón que hacía de contenedor de la zona de aparcamiento.
Por la noche, ya en Lue, en aire se inundaba de un característico olor a establo, boñigas de vaca, humo de las chimeneas y dulzor del aguardiente de la zona.
A lo lejos, la mole del Sueve anuncia los próximos Picos de Europa y un frescor no comparable con el frío estepario castellano te hace vivir sensaciones de un mundo que no es el tuyo.
Lue, La Griega, fabes con almejas, cachopo, arroz con leche, vacas cruzándose por el camino, la ascensión al Fito, chimenea permanentemente encendida... son todas ellas, sensaciones inseparables a este viaje. |
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